Para hacer frente al cambio climático, necesitamos políticas que marquen la mayor diferencia al menor coste. Un repaso histórico lo muestra. Y una entrevista con el ecologismo "de derechas".
El altruismo eficaz ha caído en desgracia recientemente, y las razones de sus problemas son profundas: Los defensores del movimiento no estaban suficientemente interesados en las complejidades de la psicología o la política. Adoptaron una visión a largo plazo que daba prioridad a la consecución de un progreso incierto en un futuro lejano sobre la capacidad de mejorar la vida de las personas necesitadas aquí y ahora. Su mesiánico sentido de la auto-importancia podía servirles a veces de excusa para prescindir de las exigencias de la moral ordinaria.
Los ecologistas eficaces deben tener cuidado de no adoptar hábitos mentales similares. A pesar de todos los problemas que plantea el altruismo eficaz, la idea original en la que se basa es difícil de rebatir. La gente gasta miles de millones de dólares cada año en donaciones benéficas. Gran parte de este dinero se destina a construir nuevos gimnasios en universidades de lujo o a mejorar el refugio local de gatos. ¿No sería mejor canalizar los instintos altruistas de los donantes hacia esfuerzos más impactantes que potencialmente podrían salvar miles de vidas?
Algo parecido se aplica al movimiento ecologista. Muchos activistas se centran en intervenciones que les parezcan virtuosas en vez de en las que marquen una diferencia real. Como resultado, gran parte del movimiento ha resultado ineficaz. Al igual que los altruistas eficaces se proponen mejorar lo que suele ser la filantropía en la práctica, los ecologistas eficaces esperan tomarse en serio lo que haría falta para salvar el medio ambiente.
Hay otra lección que el ecologismo eficaz puede aprender del altruismo eficaz. Los altruistas eficaces se enorgullecen de adoptar principios y heurísticas mentales que les ayudan a juzgar qué hacer de forma más racional. Éstas incluyen no juzgar una idea en función de quién la dice; reservarse el juicio sobre una idea hasta haber analizado tanto sus beneficios como sus costes; prestar atención al peso relativo de las distintas prioridades; y ser escéptico sobre las formas de política simbólica que no conducen a un cambio real. A pesar de la arrogancia que tan a menudo ha llevado por mal camino al altruismo eficaz, estas normas tienen mucho sentido y son relevantes para los ecologistas centrados en lograr un impacto real.
La teoría política de la conservación abrió la puerta a la industria, el agente más poderoso del daño medioambiental, estableciendo una cómoda alianza entre los defensores de la protección medioambiental y los capitalistas.
La historia fue difícil. Muchas secciones del Sierra Club excluyeron deliberadamente a las minorías de la afiliación a esta organización hasta la década de 1960.
A mediados del siglo XX, los estadounidenses empezaron a emigrar a los suburbios como nunca antes, dejando atrás las deterioradas ciudades con la ayuda de nuevas subvenciones hipotecarias federales, infraestructuras de autopistas y subdivisiones de viviendas.
Si el ecologismo fracasó, pues ahora lo tiene realmente "crudo".
Si antes las empresas hacían "greenwashing" para presentarse como igualitarias, inclusivas y protectoras del medio ambiente, muchas de ellas harán lo contrario en el actual movimiento anti-wake. Y podremos ver lo poco igualitarias, inclusivas y protectoras del medio ambiente que eran entonces.
La solución es no delegar la consciencia de que debe ser solucionado afuera en asunto peliagudo de no destruir nuestro propio hogar, y hacer el cambio de conducta depredadora del medio en que vivimos, que nos da el soporte físico respetándolo, comprendiéndolo y sobre todo aceptando que firmamos parte de él y nuestros actos y actitud hacia la Tierra, el ecosistema y los seres que lo habitan si es asunto nuestro.
Para lo cual es absolutamente necesario,hacernos cargo de lo que generamos como habitantes constructores o destructores del medio en el que vivimos.
Es decir, querido David, menos palabras y análisis, me recordaste a mí profesor de la universidad .
Esto es un fragmento de algún trabajo de la carrera de medioambientales, me costó mucho acabarlo, lo confieso.
Yo creo, y es mi humilde opinión como ingeniera técnica experta en cultivos ecológicos,que tuvo un huerto eco ,que da clases sobre cultivos sostenibles en el pueblo a la gente normal y corriente.
Que es esencial implicarse en el asunto con más acciónes diarias de consciencia del ecosistema,como comer menos carne, no usar todo lo industrializado al comer, evitar el plástico, comprar a los productores que no usan productos industriales para cultivar alimentos llenos de "productos", aprender a cultivar tu comida, salir a conectar con la naturaleza y limpiarla de camino.
Ser lo más sostenibles posible,no participar del capitalismo y del consumismo desaforado, ir andando o en bici,etc...
Si tú cambias tú comportamiento, será una gota más, si no elijes ignorar el problema de cargarnos nuestro mundo y hacer como que hay otro de recambio .
O pensar que son los demás quienes tienen el poder y el dinero o el deber de preocuparse por solucionarlo, con las políticas y acciones.
Vamos hacia un punto de no retorno y lo de aprender a comprender que el mundo no es nuestro, sino que es alrrevez, es esencial .
Nosotros somos del mundo, somos sus hijos.
Nuestro planeta es nuestra Madre Tierra ,es la Pachamama, desde la sabiduría de los pueblos indígenas así lo sienten, están unidos y comprometidos con ella, por el amor y el respeto hacia toda vida.
Yo creo que, ese es el camino, ser uno con tu Madre Tierra y hacerte uno en ella y vivir honrandola, cuidándola, cultivandola en sinergia con sus ciclos naturales, respetandola siempre y tomando de ella solo lo necesario, no queriendo almacenar y usarlos frutos de la Tierra para hacer negocios y acumular riqueza.
El altruismo eficaz ha caído en desgracia recientemente, y las razones de sus problemas son profundas: Los defensores del movimiento no estaban suficientemente interesados en las complejidades de la psicología o la política. Adoptaron una visión a largo plazo que daba prioridad a la consecución de un progreso incierto en un futuro lejano sobre la capacidad de mejorar la vida de las personas necesitadas aquí y ahora. Su mesiánico sentido de la auto-importancia podía servirles a veces de excusa para prescindir de las exigencias de la moral ordinaria.
Los ecologistas eficaces deben tener cuidado de no adoptar hábitos mentales similares. A pesar de todos los problemas que plantea el altruismo eficaz, la idea original en la que se basa es difícil de rebatir. La gente gasta miles de millones de dólares cada año en donaciones benéficas. Gran parte de este dinero se destina a construir nuevos gimnasios en universidades de lujo o a mejorar el refugio local de gatos. ¿No sería mejor canalizar los instintos altruistas de los donantes hacia esfuerzos más impactantes que potencialmente podrían salvar miles de vidas?
Algo parecido se aplica al movimiento ecologista. Muchos activistas se centran en intervenciones que les parezcan virtuosas en vez de en las que marquen una diferencia real. Como resultado, gran parte del movimiento ha resultado ineficaz. Al igual que los altruistas eficaces se proponen mejorar lo que suele ser la filantropía en la práctica, los ecologistas eficaces esperan tomarse en serio lo que haría falta para salvar el medio ambiente.
Hay otra lección que el ecologismo eficaz puede aprender del altruismo eficaz. Los altruistas eficaces se enorgullecen de adoptar principios y heurísticas mentales que les ayudan a juzgar qué hacer de forma más racional. Éstas incluyen no juzgar una idea en función de quién la dice; reservarse el juicio sobre una idea hasta haber analizado tanto sus beneficios como sus costes; prestar atención al peso relativo de las distintas prioridades; y ser escéptico sobre las formas de política simbólica que no conducen a un cambio real. A pesar de la arrogancia que tan a menudo ha llevado por mal camino al altruismo eficaz, estas normas tienen mucho sentido y son relevantes para los ecologistas centrados en lograr un impacto real.
La teoría política de la conservación abrió la puerta a la industria, el agente más poderoso del daño medioambiental, estableciendo una cómoda alianza entre los defensores de la protección medioambiental y los capitalistas.
La historia fue difícil. Muchas secciones del Sierra Club excluyeron deliberadamente a las minorías de la afiliación a esta organización hasta la década de 1960.
A mediados del siglo XX, los estadounidenses empezaron a emigrar a los suburbios como nunca antes, dejando atrás las deterioradas ciudades con la ayuda de nuevas subvenciones hipotecarias federales, infraestructuras de autopistas y subdivisiones de viviendas.
Si el ecologismo fracasó, pues ahora lo tiene realmente "crudo".
Si antes las empresas hacían "greenwashing" para presentarse como igualitarias, inclusivas y protectoras del medio ambiente, muchas de ellas harán lo contrario en el actual movimiento anti-wake. Y podremos ver lo poco igualitarias, inclusivas y protectoras del medio ambiente que eran entonces.
La solución es no delegar la consciencia de que debe ser solucionado afuera en asunto peliagudo de no destruir nuestro propio hogar, y hacer el cambio de conducta depredadora del medio en que vivimos, que nos da el soporte físico respetándolo, comprendiéndolo y sobre todo aceptando que firmamos parte de él y nuestros actos y actitud hacia la Tierra, el ecosistema y los seres que lo habitan si es asunto nuestro.
Para lo cual es absolutamente necesario,hacernos cargo de lo que generamos como habitantes constructores o destructores del medio en el que vivimos.
Es decir, querido David, menos palabras y análisis, me recordaste a mí profesor de la universidad .
Esto es un fragmento de algún trabajo de la carrera de medioambientales, me costó mucho acabarlo, lo confieso.
Yo creo, y es mi humilde opinión como ingeniera técnica experta en cultivos ecológicos,que tuvo un huerto eco ,que da clases sobre cultivos sostenibles en el pueblo a la gente normal y corriente.
Que es esencial implicarse en el asunto con más acciónes diarias de consciencia del ecosistema,como comer menos carne, no usar todo lo industrializado al comer, evitar el plástico, comprar a los productores que no usan productos industriales para cultivar alimentos llenos de "productos", aprender a cultivar tu comida, salir a conectar con la naturaleza y limpiarla de camino.
Ser lo más sostenibles posible,no participar del capitalismo y del consumismo desaforado, ir andando o en bici,etc...
Si tú cambias tú comportamiento, será una gota más, si no elijes ignorar el problema de cargarnos nuestro mundo y hacer como que hay otro de recambio .
O pensar que son los demás quienes tienen el poder y el dinero o el deber de preocuparse por solucionarlo, con las políticas y acciones.
Vamos hacia un punto de no retorno y lo de aprender a comprender que el mundo no es nuestro, sino que es alrrevez, es esencial .
Nosotros somos del mundo, somos sus hijos.
Nuestro planeta es nuestra Madre Tierra ,es la Pachamama, desde la sabiduría de los pueblos indígenas así lo sienten, están unidos y comprometidos con ella, por el amor y el respeto hacia toda vida.
Yo creo que, ese es el camino, ser uno con tu Madre Tierra y hacerte uno en ella y vivir honrandola, cuidándola, cultivandola en sinergia con sus ciclos naturales, respetandola siempre y tomando de ella solo lo necesario, no queriendo almacenar y usarlos frutos de la Tierra para hacer negocios y acumular riqueza.